El Premio Don Manuel de Narrativa Corta de Moralzarzal cumple 20 años. Una aventura literaria que nace de la creatividad y trabajo de un grupo de exalumnos del inolvidable Maestro.
Mari Luz Segovia y Javier González, en representación de aquel grupo de alumnos que creó el premio en 2004, entregaron el pasado 26 de octubre a Don Manuel un placa conmemorativa de los 20 años de esta aventura literaria, con la que la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Moralzarzal ha querido conmemorar el acontecimiento (foto).
El Premio Don Manuel de Narrativa Corta y el homenaje al Maestro
Todo comienza en 2003 cuando un grupo de exalumnos de Don Manuel, amigos entre si, conocen la noticia de que el gran Maestro va a jubilarse al finalizar el curso de 2005. Se reúnen, hablan y deciden que quieren homenajear al profesor que ha marcados sus vidas de una manera tan positiva y quieren hacerlo mientras aún esté en activo.
Tras varias reuniones de organización, el 25 de abril de 2003 se celebra una gran Cena Homenaje a Don Manuel a la que asisten más de 150 exalumnos y amigos. Muchas intervenciones de agradecimiento, detalles conmemorativos y el anuncio de un regalo muy especial por parte de un grupo de exalumnos, se hace pública la creación del Premio Don Manuel de Narrativa Corta con dos objetivos fundamentales:
Primero: mantener viva la personalidad de este gran hombre y maestro; y
Segundo: promocionar, desde el punto de vista cultural, el municipio de Moralzarzal, en el que don Manuel Alonso ejerce su maestría desde 1969. En todos los relatos participantes tiene que aparecer el nombre de Moralzarzal.
Desde ese momento se comenzó a organizar el Premio, bases, presupuesto de imprentas, búsquedas de fondos (con venta de papeletas para sorteos, etc.). Una vez establecidas las bases y conocido el presupuesto (el premio que se entregó en metálico fue de 1.000 euros), se convocó en 2004 el Premio don Manuel de Narrativa Corta.
Llegaron cientos de relatos por correo y un comité de lectura formado por exalumnos seleccionó los diez relatos que formaron parte del primer libro. De estos diez finalistas eligió el ganador un jurado compuesto por Carlos Hernando de Arriba, Mª Magaña Martín, Ana Sanz Ramos, Jesús Martín Ramos y Cándida Mª Paz Rubio Pérez. El fallo tuvo lugar el 28 de octubre de 2004. El primer ganador fue el relato «El Retorno del viejo cantero», de Fernando López Serrano.
Había costado mucho esfuerzo, pero ya estaban los relatos ganadores. Ahora había que imprimir el libro y entregar el premio. Se hizo con aportaciones económicas personales del grupo de exalumnos y con la colaboración de la concejalía de Educación del Ayuntamiento de Moralzarzal, que entonces estaba a cargo de José Manuel Soriano.
El libro acabó de imprimirse a finales del mes de febrero de 2005 y poco después se entregó el premio en la parte baja de la Biblioteca Municipal Casa Grande, gracias a la colaboración de la concejalía de Cultura.
En la última pagina de este primer libro puede leerse: «Este libro, «El retorno del viejo cantero y otros relatos», acabó de imprimirse a finales del mes de febrero de 2005. Días de frío intenso en Moralzarzal, como debe ser. Días en los que recibimos la maravillosa noticia de que el próximo curso se implantará la enseñanza bilingüe español-inglés en el Colegio San Miguel Arcángel, el colegio que dirige Don Manuel. El Maestro se jubila a final de curso. Su huella es imborrable».
Fueron dos años de trabajo de un grupo de exalumnos, pero el resultado fue estupendo y su Maestro lo merecía. Se trataba de un proyecto que para continuar en el tiempo, dado el esfuerzo en organización y coste económico que precisa, necesitaba el apoyo institucional. Y es en 2007 cuando la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Moralzarzal, con Begoña Segovia de concejal, retoma el premio, vuelve a convocarlo y lo entrega en abril de 2008. Y desde entonces la historia continúa.
Don Manuel y sus exalumnos
En la Cena Homenaje del 25 de abril de 2003 los exalumnos pudieron expresarle su agradecimiento y en las primeras páginas de ese primer libro que se editó, quedan recogidas las palabras que uno de sus exalumnos, Juanfran, dedicó a Don Manuel en nombre de todos ellos:
«Hoy nos hemos reunido para cenar entorno a nuestro gran maestro con una única finalidad: decirte que te queremos, que para nosotros eres inolvidable.
Don Manuel llegó a Moralzarzal en Septiembre de 1969. Es probable que muchos de vosotros sepáis que en aquellos años en nuestro pueblo había una escuela de niños, una escuela de niñas y una escuela de párvulos. Que pocos años después las escuelas se hicieron mixtas, que en 1981 se construyó un colegio nuevo y luego otro en 2000, el actual San Miguel Arcángel, donde acuden cerca de 800 niños, imparten clase más de 50 profesores y que ya se ha quedado pequeño.
Don Manuel ha sido director del colegio desde que llegó a Moralzarzal, con algún que otro pequeño paréntesis. Sigue siendo director del San Miguel Arcángel y está muy orgulloso de «su» colegio, que es uno de los colegios públicos mejor dotados de la Comunidad de Madrid.
Pero es probable que muchos de vosotros no sepáis que Don Manuel nació en 1944 en Almeida de Sayago, provincia de Zamora, donde vivía su abuela y hasta donde se desplazó su madre para dar a luz, desde su residencia en Valladolid.
Estudió interno en el Colegio de los Escolapios, en Toro, y luego estudió en Salamanca durante cuatro años. Allí empezó Magisterio, aunque no tenia muy clara su vocación, ya que primero estuvo matriculado en la Facultad de Ciencias. Terminó la carrera en Toledo y sacó oposiciones sin idea de ejercer. Afortunadamente tuvo que hacerlo para no perder la oposición y su primer destino fue Andujar, en Jaén. Todas sus dudas se disiparon. La profesión le pareció preciosa, se convenció de su vocación, decidió continuar. Al año siguiente le dieron el colegio de Martos y los dos siguientes su destino fue La Carolina.
Pero Don Manuel quería venir a Madrid. Lo que más conocía era la zona de la carretera de La Coruña de sus desplazamientos de Madrid a Zamora, Salamanca o Valladolid. Sobre una mapa de 1936 que había en su colegio trazó un arco con un compás y en el concurso de traslados pidió todos los pueblos que quedaron dentro del arco a izquierda y derecha de la carretera de La Coruña. Pensó que no le iban a dar plaza en Madrid, así que fue a Jaén en septiembre para ver su nuevo destino y allí le aseguraron que sí, que le habían dado un pueblo de Madrid. La Delegación de Educación estaba al lado de la Plaza Mayor, en un edificio muy antiguo. Miró la lista y vio que el pueblo se llamaba Moralzarzal. Buscó en su mapa y Moralzarzal no aparecía. Del susto inicial le consolaba que a un compañero que iba detrás de él en la lista le habían dado Manzanares, asi que Moralzarzal debía estar más cerca de la carretera de La Coruña. Se tranquilizó cuando localizó nuestro pueblo en una Guía Michelín, vino a verlo y poco después tomó posesión de su nuevo cargo en el Ayuntamiento. El alcalde de entonces, Vicente López, le dio una bienvenida muy particular y el segundo susto desde que había conocido su nuevo destino: le dijo: «oye, aqui se viene a trabajar y no a tocarse los cojones».
Aquel septiembre de 1969, una mañana soleada en la que comenzábamos un nuevo curso, nosotros no entendíamos muy bien lo que pasaba, pero si sentíamos que algo importante podía suceder. Don Antonio, aquel profesor de piedra, con bigote, que te sacudía en cuanto hacías una mueca, se marchaba, y nosotros con nuestros 8 añitos, esperábamos en el patio del colegio la llegada del nuevo maestro.
Un Gordini rojo con una raya blanca se paró en la puerta. Un hombre joven se bajó del coche y cruzó decidido la entrada del patio. ¿Vosotros sois mis nuevos alumnos? Nos sonreía, nos hablaba amablemente. Nos quedamos sorprendidos porque era diferente, era Don Manuel.
Nuestro maestro se comprometió antes con nosotros que nosotros con él. Éramos todos los niños del pueblo, con todas las asignaturas de todos los cursos y Don Manuel. El enseñarnos matemáticas, sociales o cualquier otra asignatura parecía algo sencillo para él. Conseguía involucrar a muchachos que hace 34 años podíamos tener claro que el colegio era un mal que había que sufrir. Pero poco a poco él nos fue abriendo los ojos y dejó que nosotros mismos fuéramos cambiando de idea.
Don Manuel nos educó en todos los sentidos, nos hablaba de la vida, compartía nuestros problemas, nos trataba como personas… Han pasado más de 30 años. Muchos de nosotros habremos tenido cientos de profesores, alguno de ellos ilustres y famosos, pero ninguno es comparable a Don Manuel. Has educado una generación que lleva tu sello y nosotros te querremos y te admiraremos siempre.
Palabras de ex-alumnos y amigos, en la Cena de Homenaje a Don Manuel.
25 de abril de 2003″.
Todos estos datos están recogidos en el libro del Premio Don Manuel de Narrativa Cota 2004 y es la historia del Premio que, como hemos dicho, nace de la creatividad y trabajo de un grupo de exalumnos del inolvidable Maestro.
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