Las obras de la Avenida de la Salud y la calle Antón llegan a su fin. Se ha sustituido el adoquinado por asfalto y se ha aprovechado para cambiar las canalizaciones antiguas que cruzan esta vía

La realización de una obra de estas características siempre afecta de manera más intensa a vecinos y comercios situados en sus inmediaciones.

A todos ellos, les pedimos disculpas por los inconvenientes de unos trabajos que no habrían sido necesarios si en 2012 la remodelación con adoquines se hubiera hecho de manera correcta.

El Ayuntamiento, en esta ocasión, ha estado encima supervisando las obras para evitar que se hicieran mal. Para ello, además del trabajo de los técnicos municipales, se ha nombrado una dirección facultativa. Gracias a ello, hemos detectado unas partes de asfalto que no estaban bien hechas y se han obligado a repetir. Los controles han funcionado. No obstante, los pliegos incluían una garantía de cinco años, por lo que si aparecen vicios ocultos, la empresa adjudicataria tendrá que hacerse responsable de los arreglos.

Por otro lado, hemos ensanchado cerca de 40 centímetros cada acera, con el fin de que los peatones tengan más espacio y estén más seguros y que se limite la velocidad de los vehículos.

Las obras han costado aproximadamente 565.000 euros. Cuando contactamos con la Comunidad de Madrid para que se hicieran responsables del arreglo de la calle, ya que fue la empresa Nuevo Arpegio la que dirigió las obras en 2012, no obtuvimos una respuesta positiva.

Por eso, interpusimos una denuncia en los tribunales y la Justicia nos dio la razón. Según la sentencia, contra la que cabe recurso de casación, la Comunidad tendrá que indemnizar al Ayuntamiento con 735.000 euros.