Donde hay actividad humana, hay gatos. Las colonias de estos felinos han acompañado durante siglos al hombre. Y aunque en ocasiones resultan molestas sirven, entre otras cosas, para controlar la proliferación de plagas de insectos y roedores.

No actuar sobre las colonias supone que se pueda llegar a una superpoblación y a que se generen conflictos de convivencia con el vecindario. Por ello, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un Plan de Gestión de Colonias Felinas que incluye un programa de captura, esterilización y suelta (CES) de gatos sin propietario. La labor la lleva a cabo un grupo de voluntarios autorizados y debidamente identificados.

El programa se ha dotado inicialmente con un presupuesto de 6.000 euros para que las clínicas veterinarias de Moralzarzal puedan realizar las necesarias esterilizaciones. EN 2017 se van a dedicar otros 10.000 euros a este objetivo.
Además, se está realzando un censo de colonias gracias al que sabemos que contamos con más de 300 gatos distribuidos por diferentes zonas de Moralzarzal.
El programa CES se basa en otras experiencias llevadas a cabo en ciudades como Zaragoza, Barcelona y Ciudad Real, así como programas desarrollados en países como Estados Unidos y Gran Bretaña.

Sólo los voluntarios registrados están autorizados a alimentar a los gatos (con pienso seco y agua) y vigilar la aparición de ejemplares enfermos.

Las colonias de gatos controlados no suponen ningún riesgo para la salud pública y el Ayuntamiento de Moralzarzal trabaja con los voluntarios para conseguir una mejor convivencia entre vecinos y animales.
Los vecinos pueden informar al Ayuntamiento de la ubicación de gatos ferales. Asimismo, quienes llevan desde hace años ocupándose de los gatos de sus vecindarios o quieran colaborar en el proyecto, pueden contactar con el ayuntamiento.

Por último, es importante recordar que la Ley sobre Protección Animal de la Comunidad de Madrid sanciona como falta muy grave, y con multas de hasta 3.000 euros, cualquier daño que se cause a estos animales, estableciendo una total prohibición de maltratar, envenenar, matar o abandonarlos.